El término sistemas socio-ecológicos (también llamados sistemas socio-ambientales) se emplea para referirse a una teoría general sobre la relación entre el medio ambiente y la sociedad. El término también se refiere al cuerpo de conocimiento y al marco analítico-metodológico que se utilizan para integrar los componentes ambientales, sociales y económicos. Bajo esta perspectiva, el concepto de sistema socio-ecológico combina, en un todo organizado, un conjunto de factores sociales (subsistemas institucionales, organizacionales, productivos, etcétera) y un conjunto de factores ecológicos (subsistemas bio-geofísicos). De esta manera, el enfoque de sistemas socio-ecológicos permite la reflexión crítica y rigurosa acerca de las interacciones entre los componentes ecológicos y los componentes sociales.
La representación de sistema socio-ecológico que constituye el modelo del proyecto MEGADAPT parte de la premisa de que los riesgos de inundación, la escasez de agua y los riesgos para la salud se originan a partir de un acoplamientodoble entre el sistema socio-institucional y el sistema biofísico-infraestructural ―de ahí que se denominen riesgos socio-hidrológicos.
También se considera que el subsistema socio-institucional de este sistema socio-ecológico abarca aspectos relacionados con la infraestructura social o sociopolítica. Ésta determina en gran medida el tipo de decisiones que cada actor social toma para enfrentar los riesgos socio-hidrológicos. Entre los factores que conforman dicha infraestructura están los valores, necesidades y relaciones tanto formales (es decir, las reglamentadas oficialmente) como no formales (que emergen de las estructuras de poder; por ejemplo, el acceso a recursos, la capacidad de organización, el clientelismo político, la corrupción, el influyentismo, etcétera). El modelo de MEGADAPT recrea la forma en que las decisiones acerca de la infraestructura urbana hidráulica conducen a la modificación del clima urbano, el ciclo hidrológico y los acuíferos. Al ver los efectos de las decisiones, el modelo ilustra como los actores de la ciudad pueden modificar sus modelos mentales y sus acciones en repuesta al riesgo.
Referencias:
Eakin, H., Bojórquez-Tapia, L.A., Janssen, M.A., Georgescu, M., Manuel-Navarrete, D., Vivoni, E.R., Escalante, A.E., Baeza-Castro, A., Mazari-Hiriart, M., Lerner, A.M. (2017) Opinion: Urban resilience efforts must consider social and political forces. Proceedings of the National Academy of Sciences 114, 186-189.
Transdisciplina
La transdisciplina ha emergido como un enfoque científico innovador capaz de hacer frente a la complejidad e incertidumbre asociadas a los retos de la sostenibilidad. El enfoque transdisciplinario se extiende desde las ciencias naturales y sociales, hasta las humanidades y el conocimiento tradicional. Como proceso científico, su objetivo es lograr que el conocimiento generado se logre de forma colaborativa, interdisciplinaria y reflexiva, y que se oriente a la toma de decisiones. Ello requiere que mientras se analizan los sistemas socioambientales a distintas escalas, los valores, experiencias y puntos de vista de los actores sociales fuera de la academia deben ser considerados. Por lo tanto, la transdisciplina emerge como un proceso efectivo hacia prácticas iterativas e interactivas entre la academia y los actores sociales que resulta en un proceso de aprendizaje mutuo y que contribuye a la producción de ciencia incluyente y útil.
Basado en Brandt, P, Ernst, A., Gralla, F., Luedritz, C., Lang, D. J., Newig, J., Reinert, F., Abson H., & Wehrden, H. v. (2013). A review of transdisciplinary research in sustainability science. Ecological Economics, 92, 1-15.
Aprendizaje Social
La implementación y desarrollo del aprendizaje social es importante para responder efectivamente a problemas complejos. Es fundamental gestionar las fronteras entre productores y usuarios de conocimiento científico e incrementar la capacidad de las organizaciones para aprender sobre el uso y la transformación constante de los sistemas socioambientales. En términos prácticos, el aprendizaje social tiene una larga historia asociada al manejo de los recursos naturales y la seguridad alimentaria. El aprendizaje social ha servido como medio para hacer hincapié en el aprendizaje cotidiano y la reflexividad en lugar de los regímenes convencionales que manejan los científicos. El aprendizaje social está diseñado para apoyar el intercambio de medios de conocimiento basados en una “cognición colectiva” donde los individuos intercambian su percepción de una situación y, a través de sus interacciones, desarrollan perspectivas, puntos de vista y valores compartidos (Harvey, 2013:13). Frecuentemente este intercambio surge en múltiples escalas (espacial o jurídica), lo cual genera distintas perspectivas y cambios transformativos vía redes o actores en dichas escalas. Asimismo, como resultado de este intercambio, la necesidad de negociación para asignar poder de decisión entre actores facilita la integración equitativa de todas las partes. Por lo tanto, el aprendizaje social es el acto colectivo de trabajar para desarrollar una nueva comprensión de problemas con el fin de producir soluciones incluyentes.
Basado en Harvey et al. (2013) Social learning in practice: A review of lessons, impacts and tools for climate change. CCAFS Working Paper no. 38. CGIAR Research Program on Climate Change, Agriculture and Food Security (CCAFS). Copenhagen, Denmark. www.ccafs.cgiar.org
Objetos de Frontera
Los objetos de frontera son aquellos artefactos, modelos conceptuales, sistemas de clasificación o incluso instituciones que permiten a los miembros de diferentes comunidades interactuar y coordinarse— aun cuando sus percepciones del objeto son ocasionalmente divergentes (ej. Star & Griesemer, 1989). Los objetos de frontera implican la participación de actores de comunidades políticas y académicas, así como de profesionales de distintas disciplinas y actividades que sirven como mediadores entre estos grupos. Aunque los objetos de frontera existen en el límite entre la ciencia y las comunidades políticas, estos rinden cuentas a ambas partes (Parker & Crona, 2012). Asimismo, los objetos de frontera se encuentran entre dos mundos sociales diferentes, como lo son el de la ciencia y no científico, y pueden ser utilizados por individuos dentro de cada uno de estos mundos sin que estos pierdan su identidad. Paralelamente, las organizaciones de frontera pretenden resolver problemas proveyendo oportunidades e incentivos ocasionales para la creación de objetos de frontera (Guston, 2001).
Basado en Parker, J., & Crona, B. (2012). All things to all people: Boundary organizations and the contemporary research university. Social Studies of Science, 42(2), 262–289. http://doi.org/10.1177/0306312711435833
Modelos Mentales
Coloquialmente, un modelo mental es una representación interna (a menudo compartida) de las realidades externas. Teóricamente, Jones y colegas (2011:3) definen un modelo mental como “una estructura cognitiva” compuesta de “representaciones de objetos y sus relaciones y dinámicas; así como de atributos y características de estos y la valoración (cognitiva y emocional) que las personas tienen de los objetos, relaciones y dinámicas”. Los modelos mentales han sido estudiados en relación con análisis de la comunicación de riesgo, para la evaluación de cómo diferentes sectores de la sociedad entienden el riesgo, y cómo ese entendimiento conduce a comportamientos específicos en relación al riesgo. Los modelos mentales están siendo cada vez más usados en la investigación socioambiental para entender las motivaciones y las interacciones del comportamiento humano con relación a la dinámica socioambiental, así como la comprensión de los conflictos sociales, el aprendizaje social y la gobernanza de los sistemas socioambientales. Lectura Adicional:
Binder, Claudia and Regina Schöll 2009. Structured Mental Model Approach for Analyzing Perception of Risks to Rural Livelihood in Developing Countries. Sustainability 2: 1-29.
Johnson-Laird, Philip N. 2010. Mental models and human reasoning. PNAS 107: 18243- 18250.
Jones, Natalie A., Hellen Ross, Timothy Lynam, Pascal Perez and Anne Leitch 2011. Mental models: An interdisciplinary synthesis of theory and methods. Ecology and Society 16: art. 46.
Morgan, G. 2002. Risk Communication: A Mental Models Approach: Cambridge University Press.
Otto-Banaszak, Ilona, Piotr Matczak, Justus Wesseler and Frank Wechsung 2011. Different perceptions of adaptation to climate change: a mental model approach applied to the evidence from expert interviews. Regional Environmental Change 11: 217-228. doi: http://dx.doi.org/10.1007/s10113-010-0144-2
Vulnerabilidad
El proyecto MEGADAPT parte de la premisa de que la vulnerabilidad -generalmente definida como las condiciones sociales, tecnológicas y ambientales que generan resultados indeseables para la población y para los sistemas bajo condiciones de estrés (Eakin and Luers 2006)- es un producto de interacciones socio-hidrológicas dinámicas, multiescalares y acopladas. Estas interacciones están directamente asociadas con las decisiones que toman los actores en el sistema, pero también con los resultados de procesos exógenos biofísicos y socioeconómicos, como el cambio climático y la globalización. El riesgo se define como la probabilidad de que un resultado indeseable ocurra debido a la exposición a una amenaza, dadas las características de vulnerabilidad de una población, lugar o sistema. En este proyecto, nos enfocamos en los riesgos socio- hidrológicos, considerando que dentro de la megalópolis la probabilidad de resultados negativos no puede ser comprendida simplemente al evaluar la probabilidad de eventos biofísicos tales como las lluvias extremas, sino que debe considerar la interacción de los procesos sociales, políticos, tecnológicos y biofísicos. El enfoque de sistemas y los métodos orientados a actores se integran explícitamente en el análisis de la vulnerabilidad con el fin de capturar las interacciones inter-escalares, las disyuntivas y las transferencias de vulnerabilidad entre los pobladores de las áreas de estudio. Esto significa que mientras nos enfocamos en las susceptibilidades, capacidades y exposiciones diferenciales al riesgo de poblaciones específicas, simultáneamente analizamos las implicaciones de los impactos a nivel hogar y las respuestas de las dinámicas en los sistemas socioambientales. Por lo tanto, en este contexto la vulnerabilidad debe entenderse como un producto de las dinámicas de los sistemas socioambientales complejos, y no sólo una simple agregación de la susceptibilidad, exposición y capacidades de los distintos actores de la megalópolis. Referencias:
Eakin, H., and A. Luers. 2006. Assessing the vulnerability of social-environmental systems. Annual Review of Environment and Resources 31:365-394.
Transferencias de Vulnerabilidad
Una de las principales preocupaciones sobre las dinámicas del agua en la cuenca de México es cómo abordar la vulnerabilidad frente a la escasez de agua, las inundaciones y otras amenazas relacionadas con el agua de tal forma que la vulnerabilidad no se transfiera a otras poblaciones fuera de la cuenca, a las poblaciones futuras dentro de la cuenca, o de un sector específico de la población a otro dentro de la cuenca. El problema de las transferencias de vulnerabilidad es fundamentalmente un problema "perverso". Ello implica que no hay soluciones concretas o panaceas: sólo existen transferencias o disyuntivas que deben ser transparentes y explícitamente consideradas y negociadas. El incremento de la robusteza a una escala puede incrementar la vulnerabilidad en otro lugar, en el lugar mismo, o hacia otras amenazas. La mayoría de estas formas de transferencias no son consideradas en la política y por lo tanto no se regulan.
Megalópolis
El término megapólis (también conocido como megaregión), se refiere a aglomeraciones urbanas con un área de concentración que alcanza los 8 millones de habitantes y usualmente comprenden una ciudad central con localidades urbanas circundantes sin límites administrativos demarcados (Fuchs et al., 1999). De acuerdo con la definición de aglomeración urbana de las Naciones Unidas, una megalópolis es una unidad geográfica adicional, que incluye más de una localidad; y en algunos casos, puede comprender varias ciudades y sus franjas suburbanas. A diferencia de la metrópoli que consiste en un área controlada, contenida y centralizada, con límites de suburbios, zonas agrícolas y forestales, la megalópolis es un área sin límites, con zonas residenciales, centros de trabajo y servicios multi-nodales que se extienden hacia los parches rurales que rodean la urbe a través de infraestructura vial. También se caracterizan por concentrar una gran parte de la población urbana de un país.